sábado, 9 de noviembre de 2013

Material Sobre Caza del Tesoro

Tomado de:

Edutec. Revista Electrónica de Tecnología Educativa





Núm. 16./Abril 03

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INTERNET EN EL AULA: A LA CAZA DEL TESORO

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Jordi Adell

Centre d’Educació i Noves Tecnologies




Universitat Jaume I

jordi@uji.es




Cómo preparar nuestras propias cazas del tesoro


El procedimiento de diseño y desarrollo de una “caza del tesoro” puede resumirse en

los siguientes pasos:


1. Elección del tema y de los objetivos didácticos.


Sería conveniente escoger algún tema respecto al cual estemos

insatisfechos con nuestro trabajo actual (si algo ya nos sale bien, ¿para qué




cambiarlo?) y que intentemos crear algunas actividades nuevas, como

cazas del tesoro, para cambiar la dinámica de la clase, nuestro enfoque o

las actividades de los alumnos. Podemos añadir la caza a una unidad

didáctica que ya tengamos elaborada y a la que queramos incluir el uso de

la Internet como un recurso más.

Escojamos los objetivos del currículum que queremos conseguir con la

caza. Incluyamos criterios de evaluación para saber si se han conseguido o

no.




2. Preparación de la hoja de trabajo.


Podemos preparar una hoja de trabajo en soporte papel o en HTML para

que los alumnos la consulten




online o en el disco duro del ordenador y


puedan ir a los recursos web con un solo clic de ratón, sin necesidad de

escribir los URLs.




Estructuraremos la hoja de trabajo en cuatro partes: Introducción,

Preguntas, Recursos y “La gran pregunta”




2.1. Introducción


En la Introducción se deben describir la tarea y las instrucciones para

realizarla. Ante todo debemos despertar el interés de los alumnos por



averiguar las respuestas a las preguntas.




2.2. Preguntas


Debemos listar y numerar las preguntas o pequeñas actividades a realizar.

Para formular las preguntas, en el caso de alumnos jóvenes, deberíamos



copiar y pegar las frases exactas que contienen la información relevante que

queremos que encuentren (una de cada página web de la lista de recursos)

y luego transformarlas en preguntas directas. Para alumnos más mayores,

se pueden efectuar preguntas que impliquen actividades más complejar,



LECTURAS MOD.



3 LECT. 7


relacionadas con la lectura comprensiva, la inferencia, la reunión y

organización de información, la comparación, etc. Si plantamos prequeñas



actividades, deben poderse realizar con cierta rapidez: leer un mapa,

efectuar un cálculo, averiguar el resultado de una pequeña simulación, etc.

Por ejemplo, se puede preguntar sobre el por qué(análisis: ¿por qué las

cosas ocurren de la manera en que lo hacen?), sobre el cómo (solución de

problemas: ¿cómo pueden hacerse mejor?) y sobre el qué hacer (toma de

decisiones: ¿qué opción debo escoger?). Para hacer preguntas

consistentes, primero se debe escribir la pregunta, luego reformularla (un

máximo de 50 palabras) especificando qué pretende que aprendan los

alumnos respondiéndola. Luego, hay que revisar la primera formulación.



2.3. Recursos


A continuación debemos listar los títulos y URLs de las páginas a consultar

para encontrar las respuestas a las preguntas o realizar las actividades. Se



pueden utilizar buscadores especializados o genéricos o herramientas ad

hoc como TrackStar (


http://trackstar.hprtec.org). También se pueden utilizar


o adaptar una “caza del tesoro” de las que existen en la Internet y que han

sido elaboradas y probadas por profesores.



Un buen hábito es marcar los recursos interesantes que encontremos

cuando navegamos por la red, aún cuando no sean lo que estábamos

buscando: así podremos explorarlos posteriormente.

Servicios como TrackStar “acumulan sabiduría” de una enorme cantidad de

maestros y maestras en forma de listas de links sobre un tema determinado.

Los portales educativos tienen colecciones de recursos de interés curricular

organizados por temas. Por ejemplo, Education Planet

(


http://www.education-planet.com) o Education World


(


http://www.educationworld.com). En castellano pueden encontrarse


recursos en las web de la XTEC (


http://www.xtec.es/), el Centro Nacional de


Información y Comunicación Educativa (CNICE)

(



http://www.cnice.mecd.es/), en Profes.net y en portales educativos o


buscadores generalistas como Yahoo!, Google o Altavista. No es necesario

decir que la cantidad de recursos educativos en inglés es muy superior a la



disponible en otros idiomas. Pero hay multitud de sitios de interés:

periódicos, museos, universidades, editoriales, portales educativos,

consejerías de educación, planes y proyectos de nuevas tecnologías, redes

educativas, páginas personales de docentes con colecciones de links

interesantes, etc.

Es recomendable hacer preguntas no sólo sobre el qué, sino también sobre

el por qué (implica análisis: ¿por qué las cosas ocurren de determinada

manera?), sobre el cómo (implica solución de problemas: ¿cómo pueden

hacerse mejor?, por ejemplo) y sobre el qué hacer (implica toma de

decisiones: ¿qué opción debo escoger?). Para hacer preguntas

consistentes, podemos hacerlo de la siguiente manera: primero escribimos

la pregunta, luego la reformulamos (un máximo de 50 palabras)

especificando qué se pretende que aprendan los alumnos respondiéndola.

Luego, a la luz de nuestros objetivos, revisamos la primera formulación.



2.4. La gran pregunta


Incluir una pregunta final, global, cuya respuesta no se encuentre

directamente en ninguna página de la lista de recursos, sino que dependa



de las respuestas a las preguntas anteriores y de lo aprendido buscando las

respuestas. Idealmente, debería coincidir con un objetivo curricular y puede

incluir aspectos valorativos y de opinión personal sobre el tema buscado.

Aquí podríamos trabajar normas, actitudes y valores pidiendo que los

alumnos reflexionaran sobre las implicaciones personales, sociales,

políticas, etc. del tema de la caza (si se presta a ello, naturalmente).



3. Formación de grupos


Se pueden formar grupos con los estudiantes en función de su experiencia y

conocimientos sobre la Internet y la Web, de modo que los más experimentados




ayuden y enseñen a los menos experimentados. Debemos asegurarnos de que los

menos familiarizados tengan oportunidad de adquirir la experiencia que les falta (que

no sean “apartados” del ordenador por sus compañeros o se inhiban ellos mismos). No

debemos convertir la caza en una competición en base al tiempo.




4. Procedimiento


Dependiendo del número de ordenadores conectados a la Internet que dispongamos,

organizaremos los periodos de búsqueda y los de organización de la información y



respuesta a la preguntas. En un aula informática, todos los grupos pueden disponer de

un ordenador y espacio para trabajar (2 o 3 por ordenador). En un aula, con un rincón

del ordenador y uno o varios ordenadores, los niños y niñas irán turnándose ante la

máquina y, posteriormente, elaborando las respuestas.



Algunos consejos útiles para diseñar cazas del tesoro:


1. Identificar claramente el tema y el área de la caza (esto ayudará

posteriormente, sobre todo si la publicamos y la compartimos con otros




docentes por Internet).

2. Se debe procurar que las preguntas provoquen el pensamiento y la reflexión.

Los estudiantes no deben limitarse a “copiar y pegar”, deben pensar para

responder.

3. Menos es más. Nunca deberíamos incluir más de diez vínculos. Con niños

pequeños, lo ideal es uno o dos.

4. Se debe fijar un límite de tiempo para la caza del tesoro y monitorizar qué

hacen los estudiantes: si se atascan con el navegador, si se distraen, si

terminan muy rápidamente y sus respuestas iniciales son superficiales, si han

entendido la tarea, etc.

5. Se debe planificar cómo compartirán la información los alumnos; una hoja de

trabajo a mano o algún otro tipo de producto (una presentación, un texto

electrónico, etc.).

6. Finalmente, se debe comprobar si hay vínculos muertos: la web es muy volátil

y lo que un día está, al siguiente ha cambiado.




Evaluación


La manera más sencilla de evaluar una caza es en función del producto: es decir, de la

cantidad y calidad de los aciertos de los estudiantes. Sin embargo, es interesante




establecer algunos indicadores de la calidad del proceso: grado de elaboración de las

estrategias de búsqueda, originalidad, trabajo en equipo, manejo de la tecnología, etc.

Una práctica recomendable es corregir la caza entre todos y dar oportunidad de que

aquellos alumnos que no han encontrado las respuestas o las han elaborado poco, la

rehagan con la colaboración del maestro o maestra.



Nota:






el artículo completo está disponible en:




http://www.juntadeandalucia.es/averroes/bibliotecaescolar/images/MisPdf/educacionen

informacion/EI03AlacazadelTesoro.pdf


 



1 comentario:

  1. Despues de haber leido el articulo la web 2.0 pude entender que es un servicio de internet que permite buscar , crear, compartir contenido de suma importancia como comunicar con las persona que queremos. Y como maestros nos facilita el trabajo en cuanto al desarrollo y aprendizaje que esperan obtener los estudiantes. Con el avance de la tecnologia y la creacion de las llamadas redes sociales en las ultimas decadas se ha logrado que la educación sea de mayor calidad para el aprendizaje de los estudiantes.

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