Tomado de:
Edutec. Revista Electrónica de Tecnología Educativa
Núm. 16./Abril 03
--------------------------------------------------------------------------------
INTERNET EN EL AULA: A LA CAZA DEL TESORO
--------------------------------------------------------------------------------
Jordi Adell
Centre d’Educació i Noves Tecnologies
Universitat Jaume I
jordi@uji.es
Cómo preparar nuestras propias cazas del tesoro
El procedimiento de diseño y desarrollo de una “caza del tesoro” puede resumirse en
los siguientes pasos:
1. Elección del tema y de los objetivos didácticos.
Sería conveniente escoger algún tema respecto al cual estemos
insatisfechos con nuestro trabajo actual (si algo ya nos sale bien, ¿para qué
cambiarlo?) y que intentemos crear algunas actividades nuevas, como
cazas del tesoro, para cambiar la dinámica de la clase, nuestro enfoque o
las actividades de los alumnos. Podemos añadir la caza a una unidad
didáctica que ya tengamos elaborada y a la que queramos incluir el uso de
la Internet como un recurso más.
Escojamos los objetivos del currículum que queremos conseguir con la
caza. Incluyamos criterios de evaluación para saber si se han conseguido o
no.
2. Preparación de la hoja de trabajo.
Podemos preparar una hoja de trabajo en soporte papel o en HTML para
que los alumnos la consulten
online o en el disco duro del ordenador y
puedan ir a los recursos web con un solo clic de ratón, sin necesidad de
escribir los URLs.
Estructuraremos la hoja de trabajo en cuatro partes: Introducción,
Preguntas, Recursos y “La gran pregunta”
2.1. Introducción
En la Introducción se deben describir la tarea y las instrucciones para
realizarla. Ante todo debemos despertar el interés de los alumnos por
averiguar las respuestas a las preguntas.
2.2. Preguntas
Debemos listar y numerar las preguntas o pequeñas actividades a realizar.
Para formular las preguntas, en el caso de alumnos jóvenes, deberíamos
copiar y pegar las frases exactas que contienen la información relevante que
queremos que encuentren (una de cada página web de la lista de recursos)
y luego transformarlas en preguntas directas. Para alumnos más mayores,
se pueden efectuar preguntas que impliquen actividades más complejar,
LECTURAS MOD.
3 LECT. 7
relacionadas con la lectura comprensiva, la inferencia, la reunión y
organización de información, la comparación, etc. Si plantamos prequeñas
actividades, deben poderse realizar con cierta rapidez: leer un mapa,
efectuar un cálculo, averiguar el resultado de una pequeña simulación, etc.
Por ejemplo, se puede preguntar sobre el por qué(análisis: ¿por qué las
cosas ocurren de la manera en que lo hacen?), sobre el cómo (solución de
problemas: ¿cómo pueden hacerse mejor?) y sobre el qué hacer (toma de
decisiones: ¿qué opción debo escoger?). Para hacer preguntas
consistentes, primero se debe escribir la pregunta, luego reformularla (un
máximo de 50 palabras) especificando qué pretende que aprendan los
alumnos respondiéndola. Luego, hay que revisar la primera formulación.
2.3. Recursos
A continuación debemos listar los títulos y URLs de las páginas a consultar
para encontrar las respuestas a las preguntas o realizar las actividades. Se
pueden utilizar buscadores especializados o genéricos o herramientas ad
hoc como TrackStar (
http://trackstar.hprtec.org). También se pueden utilizar
o adaptar una “caza del tesoro” de las que existen en la Internet y que han
sido elaboradas y probadas por profesores.
Un buen hábito es marcar los recursos interesantes que encontremos
cuando navegamos por la red, aún cuando no sean lo que estábamos
buscando: así podremos explorarlos posteriormente.
Servicios como TrackStar “acumulan sabiduría” de una enorme cantidad de
maestros y maestras en forma de listas de links sobre un tema determinado.
Los portales educativos tienen colecciones de recursos de interés curricular
organizados por temas. Por ejemplo, Education Planet
(
http://www.education-planet.com) o Education World
(
http://www.educationworld.com). En castellano pueden encontrarse
recursos en las web de la XTEC (
http://www.xtec.es/), el Centro Nacional de
Información y Comunicación Educativa (CNICE)
(
http://www.cnice.mecd.es/), en Profes.net y en portales educativos o
buscadores generalistas como Yahoo!, Google o Altavista. No es necesario
decir que la cantidad de recursos educativos en inglés es muy superior a la
disponible en otros idiomas. Pero hay multitud de sitios de interés:
periódicos, museos, universidades, editoriales, portales educativos,
consejerías de educación, planes y proyectos de nuevas tecnologías, redes
educativas, páginas personales de docentes con colecciones de links
interesantes, etc.
Es recomendable hacer preguntas no sólo sobre el qué, sino también sobre
el por qué (implica análisis: ¿por qué las cosas ocurren de determinada
manera?), sobre el cómo (implica solución de problemas: ¿cómo pueden
hacerse mejor?, por ejemplo) y sobre el qué hacer (implica toma de
decisiones: ¿qué opción debo escoger?). Para hacer preguntas
consistentes, podemos hacerlo de la siguiente manera: primero escribimos
la pregunta, luego la reformulamos (un máximo de 50 palabras)
especificando qué se pretende que aprendan los alumnos respondiéndola.
Luego, a la luz de nuestros objetivos, revisamos la primera formulación.
2.4. La gran pregunta
Incluir una pregunta final, global, cuya respuesta no se encuentre
directamente en ninguna página de la lista de recursos, sino que dependa
de las respuestas a las preguntas anteriores y de lo aprendido buscando las
respuestas. Idealmente, debería coincidir con un objetivo curricular y puede
incluir aspectos valorativos y de opinión personal sobre el tema buscado.
Aquí podríamos trabajar normas, actitudes y valores pidiendo que los
alumnos reflexionaran sobre las implicaciones personales, sociales,
políticas, etc. del tema de la caza (si se presta a ello, naturalmente).
3. Formación de grupos
Se pueden formar grupos con los estudiantes en función de su experiencia y
conocimientos sobre la Internet y la Web, de modo que los más experimentados
ayuden y enseñen a los menos experimentados. Debemos asegurarnos de que los
menos familiarizados tengan oportunidad de adquirir la experiencia que les falta (que
no sean “apartados” del ordenador por sus compañeros o se inhiban ellos mismos). No
debemos convertir la caza en una competición en base al tiempo.
4. Procedimiento
Dependiendo del número de ordenadores conectados a la Internet que dispongamos,
organizaremos los periodos de búsqueda y los de organización de la información y
respuesta a la preguntas. En un aula informática, todos los grupos pueden disponer de
un ordenador y espacio para trabajar (2 o 3 por ordenador). En un aula, con un rincón
del ordenador y uno o varios ordenadores, los niños y niñas irán turnándose ante la
máquina y, posteriormente, elaborando las respuestas.
Algunos consejos útiles para diseñar cazas del tesoro:
1. Identificar claramente el tema y el área de la caza (esto ayudará
posteriormente, sobre todo si la publicamos y la compartimos con otros
docentes por Internet).
2. Se debe procurar que las preguntas provoquen el pensamiento y la reflexión.
Los estudiantes no deben limitarse a “copiar y pegar”, deben pensar para
responder.
3. Menos es más. Nunca deberíamos incluir más de diez vínculos. Con niños
pequeños, lo ideal es uno o dos.
4. Se debe fijar un límite de tiempo para la caza del tesoro y monitorizar qué
hacen los estudiantes: si se atascan con el navegador, si se distraen, si
terminan muy rápidamente y sus respuestas iniciales son superficiales, si han
entendido la tarea, etc.
5. Se debe planificar cómo compartirán la información los alumnos; una hoja de
trabajo a mano o algún otro tipo de producto (una presentación, un texto
electrónico, etc.).
6. Finalmente, se debe comprobar si hay vínculos muertos: la web es muy volátil
y lo que un día está, al siguiente ha cambiado.
Evaluación
La manera más sencilla de evaluar una caza es en función del producto: es decir, de la
cantidad y calidad de los aciertos de los estudiantes. Sin embargo, es interesante
establecer algunos indicadores de la calidad del proceso: grado de elaboración de las
estrategias de búsqueda, originalidad, trabajo en equipo, manejo de la tecnología, etc.
Una práctica recomendable es corregir la caza entre todos y dar oportunidad de que
aquellos alumnos que no han encontrado las respuestas o las han elaborado poco, la
rehagan con la colaboración del maestro o maestra.
Nota:
el artículo completo está disponible en:
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/bibliotecaescolar/images/MisPdf/educacionen
informacion/EI03AlacazadelTesoro.pdf
Despues de haber leido el articulo la web 2.0 pude entender que es un servicio de internet que permite buscar , crear, compartir contenido de suma importancia como comunicar con las persona que queremos. Y como maestros nos facilita el trabajo en cuanto al desarrollo y aprendizaje que esperan obtener los estudiantes. Con el avance de la tecnologia y la creacion de las llamadas redes sociales en las ultimas decadas se ha logrado que la educación sea de mayor calidad para el aprendizaje de los estudiantes.
ResponderEliminar